El brasileño, blanco de las quejas del técnico rojiblanco, quien solicitó su segunda amarilla. Además, protagonizó roces con varios jugadores del Atlético
Vinicius no escapó de la atención en el derbi, desde antes de que comenzara el encuentro debido a cánticos involuntarios en los alrededores del Metropolitano. A lo largo del partido, el brasileño se vio involucrado en la mayoría de las trifulcas que se desarrollaron en el campo, ya fuera por gestos que no fueron bien recibidos por los locales o por provocaciones de jugadores del Atlético. Incluso sus propios compañeros y Ancelotti se mostraron preocupados por apartarlo de las polémicas y enfocarlo exclusivamente en el juego.
Además, la situación se complicó cuando Vinicius recibió una amonestación en la primera mitad. El jugador brasileño se quejó a Cuadra Fernández por una acción que resultó en una tarjeta amarilla. A partir de ese momento, fue frecuente ver a Vinicius involucrado en las constantes escaramuzas que se produjeron durante el encuentro. Rodrigo de Paul y Mario Hermoso intercambiaron palabras o discutieron con el extremo, en algunos casos solicitando su segunda amarilla, ya sea por quejas (también fue objeto de varias faltas duras) o por acciones como no respetar la distancia en lanzamientos a balón parado.
La tensión también se trasladó al banquillo. Diego Pablo Simeone, el técnico del Atlético, también instó a la segunda amonestación para Vinicius. Al finalizar el tiempo reglamentario, cuando los equipos se dirigían a sus banquillos antes de la prórroga, se observó cómo el entrenador argentino se enfrentaba al jugador madridista. Miembros de ambos banquillos intervinieron para evitar que la situación escalara aún más.