Madrid será el epicentro de la Fórmula 1 a partir de 2026, marcando el retorno del campeonato a la capital española 45 años después de su última visita al Jarama en 1981. El anuncio oficial se realizó el martes con la presencia de Stefano Domenicali, presidente y CEO de la Fórmula 1, junto a Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad, y José Luis Martínez-Almeida, alcalde de Madrid. El acuerdo, respaldado por Liberty Media, asegura la celebración del Gran Premio de España en Madrid durante diez años, desde 2026 hasta 2035, con una proyectada inyección económica anual de aproximadamente 450 millones de euros para la ciudad.
En su primera edición, la carrera en Madrid coexistirá con la de Montmeló, cuyo contrato expira tras la cita de 2026. Domenicali abrió la posibilidad de renovar el contrato con Cataluña, afirmando que «estar en Madrid no excluye que podamos quedarnos en Barcelona». A pesar de la lista de aspirantes para albergar carreras de F1, tanto el Circuit de Barcelona-Catalunya como el gobierno catalán y Liberty Media expresan optimismo sobre la extensión del contrato en Cataluña.
El anteproyecto del circuito en Madrid, aún pendiente de homologación por parte de la FIA, contará con 5,474 km de longitud, 20 curvas, 8 pasos elevados, 2 túneles, 4 puntos de adelantamiento y velocidades de hasta 300 km/h. Se espera que los monoplazas completen un giro en aproximadamente 1 minuto y 32 segundos. Con un aforo de 110,000 espectadores el primer año y la expectativa de llegar a 140,000 en 2030, el trazado utilizará los viales de Ifema Madrid y 1.5 km de vía pública, proporcionando espacios inéditos como paddock cubierto y climatizado.
Desde la oposición, se expresaron dudas y escepticismo sobre el proyecto, destacando la necesidad de un control riguroso sobre el gasto público. La presentación en Ifema contó con más de 500 invitados, música electrónica y un espectáculo de luces. José Vicente de los Mozos, presidente del comité ejecutivo de Ifema, resaltó la conectividad y sostenibilidad del proyecto, mientras que Ayuso prometió la generación de diez mil puestos de trabajo directos e indirectos. La longevidad de esta alianza con Ifema busca asegurar el retorno de inversiones y la viabilidad económica del proyecto, recordando la historia del Jarama, cuyo déficit económico llevó a la ruptura del Mundial con Madrid hace más de cuatro décadas.
