Arabia Saudí continúa su ambiciosa inversión en deportes, revelando planes para un estadio vanguardista destinado a ser la joya de la corona para el Mundial de fútbol de 2034, cuya sede será confirmada por la FIFA a finales de este año. Este colosal recinto deportivo con capacidad para 45,000 personas se erigirá majestuosamente sobre un acantilado de 200 metros, llevando el nombre del príncipe heredero, Mohammed bin Salman.
El diseño del estadio, equipado con tecnología de vanguardia, incluye características notables como un techo y terreno de juego retráctiles, al estilo del Santiago Bernabéu. Sin embargo, la verdadera maravilla se encuentra en la pantalla LED monumental que abarcará la fachada, alcanzando la asombrosa longitud de un kilómetro y medio. Más de 20 cubos LED añadirán una dimensión inmersiva, prometiendo la experiencia más espectacular para los aficionados.
Situado en Qiddiya, a unos 40 kilómetros de Riad, el estadio aspira a convertirse en el hogar de los equipos Al Nasser y Al Hilal. Según los inversores, el futurista recinto busca reinventar el concepto de estadio tradicional. Aunque el costo de la obra no ha sido revelado, se especula que podría ser la inversión más grande en la historia de un recinto deportivo.
Destacando la visión más allá del fútbol, los inversores subrayan que este proyecto es más que un simple estadio, con una pared LED diseñada para ofrecer vistas panorámicas de la ciudad debajo. Además, el estadio contará con un lago artificial a sus pies, concebido para mitigar el impacto medioambiental de la construcción y operación del recinto.
