La cuenta atrás para la llegada de Kylian Mbappé al Real Madrid ha comenzado. Después de siete años de especulaciones, todo indica que se convertirá en una realidad a partir del 1 de julio.
Aunque el acuerdo aún no está cerrado, los pasos se están dando en la dirección correcta. El jugador francés ha comprendido perfectamente lo que el Real Madrid desea, y los dirigentes del club son conscientes de su deseo de jugar con la camiseta blanca.
Lo que antes era una situación volátil en 2022, ahora se ha convertido en certezas. Esta semana, Mbappé transmitió directamente al Real Madrid su deseo de unirse al equipo. Los dirigentes madridistas querían más que promesas, buscaban acciones concretas que respaldaran su compromiso. Esta vez, la conversación fue sincera y directa, sin intermediarios ni ambigüedades.
El jueves por la tarde, el PSG confirmó el encuentro entre Mbappé y Al Khelaifi, presidente del club. Fue una charla franca, sin rodeos ni presiones externas. A diferencia de hace dos años, esta vez Mbappé no cedió ante la presión moral. Sabía que debía actuar con determinación, ya que el Real Madrid esperaba una respuesta durante febrero. El momento era ahora o nunca, como anunció MARCA a principios de mes. Mbappé tomó las riendas y expresó su deseo de jugar en el Real Madrid, cambiando por completo el panorama.
Ahora, solo falta plasmar el acuerdo en papel. Sin embargo, Fayza Lamari, la agente y madre del jugador, ya no tiene el control absoluto de la situación. Por primera vez, Mbappé ha demostrado que su corazón está por encima de cualquier otra consideración, incluso del dinero que podría renunciar para unirse al club blanco. Aunque esto aún debe reflejarse en un contrato, la voluntad del jugador es clara.
